número 6

Contextos
situacionales


"En CUCEA asumimos que ni una disciplina es capaz de proporcionar, individualmente, soluciones pertinentes a nuestra realidad compleja. El trabajo colaborativo es la base para la transformación".

La conformación y el diseño de la Agenda Estratégica Participativa CUCEA 2022-2025 nos permitió hacer acopio de información relevante, sistematizar y asociar datos de distinta naturaleza para delimitar, priorizar, identificar y establecer la relevancia de temáticas que permitirán optimizar la capacidad de gestión estratégica universitaria del Centro.

Como parte esencial de los ejercicios realizados con las diversas comunidades que integran nuestra sociedad, logramos establecer el contexto situacional en el que se identifican las fortalezas de cada una de las áreas en las que colocamos énfasis, así como aquellas en las cuales deberemos de enfocarnos prioritariamente. A continuación, se presentan los principales resultados que derivan de contrastar las visiones plasmadas en los diagnósticos situacionales iniciales, en la Encuesta, en las mesas de reflexión y en el trabajo documental.

Vato en VR

La comunidad que integramos en el CUCEA visualiza un campus universitario inteligente, sin fronteras ni barreras para gestionar, difundir y promover la aplicación del conocimiento de manera horizontal; la multi, inter y transdisciplinariedad serán nuestros pilares para comprender, analizar, interpretar y proponer soluciones a problemas y fenómenos sociales y naturales de alcance nacional, regional y global. Hoy en día ni una disciplina es capaz de proporcionar, individualmente, respuestas robustas y soluciones efectivas a una realidad compleja que observa una transformación dinámica y veloz.

La revolución tecnológica es uno de los fenómenos que ha producido nuevos tipos de información y comunicación. Vivimos en un mundo hiperconectado e hiperinformado, donde más de la mitad de la población mundial es usuaria de internet y el número de servicios de telefonía móvil es mayor que el de personas en el mundo (We are Social y Hootsuite, 2019). En ciudades como Guadalajara, las personas tienen acceso a dos o tres dispositivos electrónicos en su cotidianidad. En México, los usuarios de internet se conectan a la red ocho horas y veinte minutos al día, en promedio, en su gran mayoría a través de dispositivos móviles (Asociación de Internet, 2019).

Las nuevas tecnologías, como la robótica, el internet de las cosas, la impresión 3D, la realidad virtual, los macrodatos y la inteligencia artificial, crean un sinnúmero de oportunidades, pero también causan nuevos problemas como la afectación considerable que ocasionan al mercado laboral mexicano (OCDE, 2019) por su potencialidad de sustituir a trabajadores en tareas rutinarias fáciles de automatizar. En general, el acceso a las nuevas tecnologías se ha dado de manera desigual y ha creado nuevas brechas que se suman a la lista de retos de las universidades.

En el terreno educativo, los entornos virtuales de aprendizaje (virtual learning environment), las aulas invertidas (flipped classrooms) y el aprendizaje combinado (blended learning) utilizan plataformas de gestión del aprendizaje, entre las cuales las de mayor uso son Blackboard y Moodle. El aula invertida, como metodología pedagógica, se ha implementado en las universidades de Cornell, Illinois, Stanford y la estatal de San José; sus resultados han sido positivos en evaluaciones iniciales de productividad.

Asimismo, el aprendizaje combinado se ha institucionalizado con fuerza y un ejemplo de ello son los 80 programas con este formato que la Universidad de Illinois en Chicago ofrece en las áreas de estudio con mayor demanda, como educación, programas de salud y negocios. Por su parte, la Universidad de Stanford, ante la inminente transformación de la educación, creó la Vicerrectoría de Aprendizaje en Línea como parte de la iniciativa Stanford Online.

Respecto a la inserción laboral, el reporte de la Universidad de Oxford (2017) hace hincapié en la creciente preocupación de las universidades por las altas tasas de desempleo y los bajos ingresos, fenómenos que se presentan incluso en países desarrollados. Esta inquietud es compartida por los gobiernos de ahí que, como parte de sus estrategias para aumentar la empleabilidad, piden a las instituciones de educación superior expandir el acceso, incrementar la investigación aplicada y ofrecer programas educativos pertinentes y de calidad. En respuesta, los rankings de educación pública ponen mayor peso en la variable de empleabilidad.

Los desafíos y retos que nos imponen las tendencias y patrones del entorno social, económico, cultural, tecnológico, entre otros, promueven la identificación de rutas de acción que nos permitan construir comunidades de aprendizaje abiertas en el que nuestros modelos educativo, académico y pedagógico; la gestión, difusión y aplicación del conocimiento; la extensión y vinculación con los diferentes sectores productivos, públicos y sociales; así como la gestión y gobernanza deben de operar bajo principio de unidad del conocimiento más allá de las disciplinas.

Se vuelve necesaria la creación de ecosistemas educativos innovadores orientados a desarrollar habilidades del alumno para trabajar en colectivo, aprender a adaptarse a entornos cambiantes y analizar los distintos escenarios desde una óptica transdisciplinaria; esta última entendida como el abordaje crítico y ampliado de colaboración e integración de saberes que rompe con cánones disciplinares reduccionistas.

Hace más de dos décadas, la Red Universitaria de Jalisco (RUJ) nació con el principio de la disciplina en las entidades universitarias del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), como es el caso del CUCEA, y de entidades universitarias que debían atender a las diferentes regiones del estado de Jalisco con una oferta multidisciplinar.

A través de los años, en 2005, se integró a la RUJ el Sistema de Universidad Virtual que a partir de su modelo totalmente a distancia y oferta educativa multidisciplinar, extendió los servicios universitarios a todo el estado de Jalisco, de México y del mundo. En los últimos años, al AMG se integran dos entidades universitarias que adoptan un modelo educativo/ académico/pedagógico multidisciplinario en modalidad no tradicional: el Centro Universitario de Tonalá y el Centro Universitario de Tlajomulco. Por su parte, el Centro Universitario de Tlaquepaque dará inicio a clases en enero 2023

A más de 25 años del inicio de la Red Universitaria, el AMG ha crecido y cambiado; como ejemplo, los traslados de un punto a otro de la metrópoli toman más tiempo del que hace tres décadas, lo cual también ha requerido cambios en la Universidad para dar respuesta a las circunstancias.

Desde esta visión se modificó la normatividad vigente para que los Centros Universitarios Temáticos se transformen en Regionales y con ello tengan condiciones jurídicas para detonar procesos de análisis y estudios de pertinencia de la oferta académica de cada entidad, no solo de la actual sino de carreras nuevas. El 7 de marzo de 2022 el Honorable Consejo General Universitario aprobó la transformación de los Centros Universitarios Temáticos a Centros Universitarios Regionales. Lo anterior marca el inicio de un proceso que debe convertir al CUCEA en un centro universitario multidisciplinario.

A partir de la voz de las y los académicos, estudiantes, administrativos, directivos y de los sectores de la sociedad que participaron en las mesas de reflexión y en la encuesta, obtuvimos una tendencia en la cual 39% considera que el CUCEA no está listo para transitar a un campus multitemático y, en contraste, un 31% que considera que sí está en ruta para dicha transición. No pasa desapercibido que el 29% señalan que No sabe si se encuentran dadas las condiciones para la transición multitemática.

En ese sentido, en la gesta de transición es importante considerar, revisar y evaluar los principios en los que descansa el modelo académico de la red universitaria, en específico la matricialidad, el sistema de créditos, la movilidad académica, así como los procesos, procedimientos y sistemas de información tales como el Sistema Integral de Información y Administración Universitaria (SIIAU), este último como obstáculo para la movilidad, la programación de cursos, entre otros. Asimismo, resulta importante identificar las fortalezas y mejores prácticas de los demás centros universitarios de la Red, tanto temáticos como regionales.

El CUCEA no es ajeno a las tendencias globales en los modelos educativos/académicos/pedagógicos y de manera natural se han generado las condiciones para la multi, inter y transdisciplinariedad. Un ejemplo de ello lo encontramos en la oferta educativa de pregrado, con la Licenciatura en Tecnologías de la Información, Licenciatura en Negocios Gastronómicos, Ingeniería en Negocios, y de posgrado con la Maestría en Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo, Maestría en Tecnologías para el Aprendizaje y el Doctorado en Gestión de la Educación Superior.

En consecuencia, se estima que el CUCEA cuenta con una estructura en su campo de conocimiento que favorece el diálogo con otros campos disciplinares, además de áreas y programas que ya operan con otros campos del conocimiento. De igual forma, parte importante de la plantilla académica del CUCEA se integra por docentes que de formación inicial o de posgrado se han desarrollado en disciplinas diferentes a las económicas administrativas, como lo son ciencias sociales, salud e ingenierías, por mencionar algunas.

En orden de importancia, desde la perspectiva de las y los académicos y universitarios estudiantes, administrativos, directivos y empresarios, el modelo educativo/ académico/pedagógico que el CUCEA debe considerar para un Centro Universitario Multitemático son, en orden de importancia, los siguientes: la trayectoria escolar flexible, interdisciplinar y formación para la vida (20%); Integral y humanista (19%); la Investigación aplicada con impacto social (18%); Ambientes de aprendizaje que favorezcan la formación de los estudiantes (18%).

Por otro lado, considerando las actuales restricciones de la capacidad instalada se identifican como obstáculos para la transición la oferta de programas educativos de licenciatura y posgrado (57%); la formación docente (52%); la infraestructura tecnológica (47%); la práctica docente (46%) y la insuficiencia de infraestructura física (46%).

Principales hallazgos y resultados:
  1. Un modelo educativo/académico de la Universidad de Guadalajara que sea operable en el CUCEA.
  2. Identificación prospectiva de la nueva oferta y demanda de servicios académicos.
  3. Cobertura y atención a la demanda.
  4. Credenciales escolares, micro credenciales, credenciales alternativas.
  5. Fortalecimiento de la vinculación académica con el mercado laboral, formación dual y educación continua.
  6. Actualización de programas educativos actuales y, en su caso, crear las condiciones para nuevos programas educativos que respondan a las nuevas necesidades de la sociedad.
  7. Reingeniería y rediseño organizacional, normativo y de procesos administrativos que responda al nuevo modelo educativo/académico/pedagógico.
  8. Sentar las bases para el reemplazo generacional tanto de la plantilla académica como no académica, y que esté acorde al nuevo modelo académico/educativo/pedagógico tanto en cobertura como en calidad.
  9. Formación y capacitación continua de la plantilla académica y no académica.
  10. Adecuación, mantenimiento y desarrollo de la infraestructura física y tecnológica (en la que se incluyen las plataformas educativas, recursos digitales de aprendizaje, laboratorios, etc.).
Sala de cómputo de CUCEA

Con el advenimiento de la pandemia de COVID-19 y las circunstancias atípicas del nuevo contexto se evidenciaron las necesidades existentes en distintos sectores de sociedad, lo que desató una crisis no solo de orden epidemiológico, sino también de orden social, económico, de convivencia humana y, por supuesto, educativo. De manera inesperada se detonó el uso de las tecnologías y los recursos digitales, lo cual al mismo tiempo amplió la brecha de desigualdad y falta de oportunidades.

A partir de la encuesta que realizamos entre las distintas comunidades, observamos una clara tendencia en la que 7 de cada 10 de los participantes consideró que la crisis mundial provocada por la pandemia nos obligó a cambiar la manera en que concebimos a la educación superior e identificaron diversos retos que deben afrontarse en el mediano plazo por el CUCEA para adecuar los modelos educativo/académico/pedagógico a las nuevas realidades, entre los que destacan la poca flexibilidad y desactualización del Modelo actual (43%) y la Infraestructura física y virtual insuficiente y con diferentes grados de obsolescencia (41%).

Cuando se abordaron aspectos relacionados con el confinamiento y la imposibilidad de continuar con las clases presenciales, se identificó que se diseñaron estrategias que tuvieron un núcleo común: el tránsito hacia procesos de educativos intensivos en el uso de la tecnología, en particular en la virtual, y el esquema pedagógico adyacente a esta modalidad. Resulta evidente la legítima preocupación que se tuvo para continuar con las actividades académicas, de investigación y agotar el estudio de los contenidos curriculares establecidos en los programas educativos.

En ese sentido, no resulta ajeno que el 34.8% de la comunidad haya señalado la necesidad del fortalecimiento de un modelo académico/pedagógico centrado en las habilidades, aptitudes y actitudes de los estudiantes. Destaca también la opinión de aquellos que señalan que la formación de emprendedores y líderes empresariales es parte fundamental en un modelo innovador (44%) y un elemento que llama la atención es el enfoque hacia la sustentabilidad y la responsabilidad social en la formación de estudiantes, con el cual un 46.4% considera que es medular el cambio de la forma de concebir la educación para el futuro.

Consideramos que los procesos de enseñanza-aprendizaje, los programas educativos, los contenidos y la oferta académica en general evolucionan, se flexibilizan y diversifican para responder a los desafíos locales, nacional y globales; generan una mejor vinculación con el mundo laboral y dotan de mayores oportunidades a nuestros estudiantes como ciudadanas y ciudadanos respetuosos de la vida humana y el medio ambiente.

En ese sentido, la comunidad señaló que para la operación de los programas educativos es de suma importancia la incorporación de elementos como Big Data y analítica de aprendizaje (39%); los laboratorios remotos y virtuales (35%); el aprendizaje adaptativo (35%); los cursos abiertos masivos en línea (33%); y los entornos abiertos de aprendizaje (30%)

Los empleos del futuro requieren de personas cuyas habilidades no se enseñan ni se adquieren totalmente dentro de las universidades. Se demanda una sólida formación cognitiva, flexibilidad y gran capacidad de adaptabilidad a cambios veloces, en contraste con las labores manuales del mundo industrial para las que todavía se forma y que observan una tendencia a desaparecer al ser sustituidos por la tecnología y la robotización.

Actualmente, el proceso de enseñanza-aprendizaje se inclina por caracterizarse por la selección de un alumno ideal, estándar; con modelos educativos dirigidos exclusivamente por el docente; es impersonal, homogéneo y promueve la estandarización de evaluaciones; no reconoce la diversidad para gestionar conocimientos ni aprendizajes; el conocimiento se encuentra fragmentado por niveles, clases, asignaturas; y se prioriza la memorización.

El tema de la movilidad académica es una arista sine qua non que debe de atender el CUCEA. La movilidad debe de estar contemplada en el modelo de tal suerte que el alumno pueda acceder a una oferta y decidir sobre su trayectoria de formación a partir de la acreditación de competencias, experiencias laborales, certificaciones y eventualmente de insignias. De igual forma, el modelo debe permitir a los estudiantes escalar entre la formación profesional, la científica y la modular entre niveles de formación pregrado-posgrado.

La gesta debe de ser acompañada de expertos disciplinares en pedagogía, procesos de enseñanza-aprendizaje y tecnólogos. El personal académico del CUCEA identifica a las academias como entes que, acompañados con diseñadores instruccionales, deben ser los responsables de gestionar los procesos, plataformas, recursos y contenidos de las asignaturas. Para ello, es crucial que nuestros académicos desarrollen capacidades de propiciar ambientes y procesos de aprendizaje idóneos (49%); gestionen y manejen tecnologías, en particular las aplicables a la educación (45%); desarrollen estrategias didácticas (45%); y mejoren el dominio de los contenidos de aprendizaje (44%) manteniendo la disposición a la innovación (39%).

En ese sentido, existen diversos retos que el CUCEA debe de superar, para adecuar el modelo académico a los nuevos requerimientos que demanda la formación bajo una perspectiva de ciudadanía global, entre los que destacan por supuesto, un modelo educativo/académico/pedagógico más flexible y actualizado, cuyos contenidos y estructura se actualicen a la velocidad de los cambios del entorno (43%).

También deberá enfocarse en una adecuada infraestructura física y tecnológica, suficiente para cubrir las actividades docentes, de investigación, emprendimiento, extensión y cultura (41%); no pasa inadvertido el enfoque prioritario de enfocarnos en el fomento de habilidades y actitudes para enfrentar y contribuir a la solución de los problemas de la vida, de la comunidad y globales (32%); e incrementar la vinculación con los sectores social, productivo y público (31%).

Principales hallazgos y resultados:
  1. Contar con un modelo educativo/académico/pedagógico acorde a la Misión y Visión del CUCEA.
  2. Impulsar una formación integral en la que se promuevan valores sociales y éticos en las alumnas y alumnos; el pensamiento crítico; el desarrollo de habilidades blandas y talentos; la cultura del cuidado del medio ambiente; el cuidado de la salud física y mental; las actividades deportivas, artísticas y culturales; y el respeto a los derechos humanos.
  3. Propiciar una vinculación más intensa e institucionalizada con los diferentes sectores que componen la sociedad: empresarial, pública y no gubernamental.
  4. Promover la comunicación entre los diferentes actores y funciones que integran la comunidad del CUCEA.
  5. Eficientar la gestión académica y administrativa, así como la transparencia y la rendición de cuentas.
  6. Desarrollar diagnósticos, capacitación y evaluación continua oportuna y pertinente al personal académico y administrativo.
  7. Fomentar el desarrollo de espacios comunes que integren las mejores prácticas en la intervención y solución de problemas que aquejan a los estudiantes y académicos.
  8. Gestionar una plataforma de información, análisis y gestión relativa a alumnos, egresados y personal académico.
  9. Adecuar, mantener y desarrollar la infraestructura física y tecnológica al nuevo modelo educativo/académico/pedagógico.

Uno de los elementos que más distinguen al CUCEA al interior y exterior de la Red Universitaria es la investigación, y ésta tiene su origen en la capacidad y prestigio de las y los investigadores, lo que ha propiciado que se fomente de manera integral; por consiguiente, forma parte medular de la agenda participativa.

En el diseño de este mapa de ruta la comunidad plasmó la visión de una investigación útil y con impacto social, donde las líneas de investigación sean congruentes con las realidades sociales y globales, de tal suerte que coadyuvemos al desarrollo de nuevos contextos en los que la universidad incida en la construcción de nuevas ciudadanías (34.2% de los participantes en la encuesta se pronunciaron en este sentido).

Nuestra comunidad coincide en la necesidad de favorecer la producción de proyectos que incorporen al estudiantado de manera temprana en el quehacer académico orientado al trabajo investigativo, para vincularles en la investigación y el emprendimiento temprano y generar nuevos talentos e investigaciones con mayor impacto en la sociedad.

Para ello, se considera importante la incorporación integral de una asignatura que contemple a la metodología de investigación y elaboración y desarrollo de proyectos dentro de la trayectoria escolar, con la finalidad de vincular el proceso de formación investigativa y la anexión de estos talentos a los proyectos de investigación existentes (32.8%).

No pasa desapercibida la necesidad de continuar con el fortalecimiento e integración de grupos multidisciplinarios de académicos para el desarrollo de proyectos de investigación de frontera con impacto social en una sinergia que involucre a los departamentos, a otros centros universitarios, a instituciones de educación superior, a redes académicas y a otros organismos.

Se considera, también, la necesidad de hacer efectiva la vinculación entre los centros, institutos y laboratorios de investigación con los sectores público, privado y social de nuestro Estado y del país; incrementar la participación de la Universidad en la solución de problemas sociales (47%) a través de proyectos de investigación básica y aplicada; así como la mejora de los procesos de transferencia especializada en una manifestación expresa de la transición hacia los centros multitemáticos.

Para nuestra comunidad es prioritario ampliar el apoyo en la difusión y socialización de los resultados de las investigaciones, así como en lo referente al proceso editorial, las publicaciones y a las redes que en estas convergen. Todos estos elementos representan una oportunidad para el CUCEA y sus investigadores en el sentido de fortalecer y democratizar el conocimiento con el propósito fundamental de lograr una investigación con un mayor impacto social.

En ese sentido, el CUCEA se orienta a la participación con organismos de la Red Universitaria enfocados en la vinculación e innovación, por lo que a través de la Secretaría de Vinculación y Desarrollo Empresarial adscrita a en nuestro centro universitario, se apunta a la colaboración cercana, desde el Sistema Universitario de Radio y Televisión, como una fuente primaria para la difusión entre la población del conocimiento científico generado, devolviendo con ello, el carácter utilitario y el enfoque social de cada una de las piezas de investigación generadas. Es en ese tenor que, nuestra comunidad considera necesario incentivar esta ruta para la divulgación cumpliendo así con una de las labores sustantivas de nuestra casa de estudios como lo es la divulgación de la ciencia y la cultura.

En el CUCEA sabemos que la investigación y la transferencia del conocimiento es una labor continua, cuya diversificación y consolidación acontece en el marco de una vinculación con los sectores de integran la sociedad, con los que finalmente podrá ayudar en la construcción de sistemas regionales de innovación que se aprecian necesarios para una reconvención económica pero también necesarios para el desarrollo y bienestar social.

Uno de los aliados para generar nuevas rutas y un vínculo efectivo con el que pueda enriquecerse esta labor universitaria es la Coordinación de Entidades Productivas para la Generación de Recursos Complementarios (CENPRO), instancia que, atendiendo a su vocacionamiento y a la naturaleza de creación, diseña modelos económicos que impulsan la transferencia del conocimiento como elemento fundamental para generar valor social y recursos extraordinarios.

En ese sentido la figura de la CENPRO es una extensión de la universidad que favorece el involucramiento de los sectores productivos en el quehacer universitario, y facilita la divulgación de las líneas de investigación de nuestras y nuestros investigadores, propiciando alianzas estratégicas para la captación de fuentes de financiamiento para proyectos científicos y de transferencia de conocimiento.

Asimismo, es necesario contemplar de manera prioritaria y transversal a las emergencias socio-ecológicas y climáticas que se viven en la actualidad, por lo que uno de los enfoques de esta agenda será la promoción de su adecuado estudio difusión y generación de evidencia oportuna, atendiendo a las responsabilidades que tenemos las Universidades como espacios de construcción y de transformación social, educación y concientización; capacidades, todas, necesarias para el diseño de un futuro sostenible.

Todos estos elementos representan una oportunidad para el CUCEA y sus investigadores en el sentido de fortalecer y democratizar el conocimiento, con el propósito fundamental de lograr una investigación con un mayor impacto social.

principales hallazgos y resultados:
  1. Fortalecer la articulación entre investigación-docencia-pregrado, investigación-docencia-posgrado, investigador-investigador.
  2. Desarrollar una agenda y banco/catálogo de proyectos de investigación de nuestros académicos.
  3. Vincular de manera efectiva los productos de la investigación con los sectores productivos, público y sociales, IES y centros de investigación.
  4. Promover, fortalecer o asegurar las redes de investigación disciplinar y transdisciplinar.
  5. Incorporar de manera temprana a la investigación y formación de recursos humanos de alto nivel.
  6. Formación continua en temas de la gestión y difusión del conocimiento científico en publicaciones con reconocimiento de calidad, físicas y virtuales.
  7. Contar con una oficina de transferencia de conocimiento y tecnología que gestione con eficacia y eficiencia patentes, asesorías y transferencia del conocimiento.
  8. Desarrollar incentivos para la investigación y diversificación de esquemas de financiamiento.
  9. Mejorar el apoyo a los procesos de gestión y administración de proyectos y recursos etiquetados para la investigación y desarrollo en la formación de nuestros académicos.
  10. Diversificar las fuentes de financiamiento para proyectos de investigación y transferencia de conocimiento con impacto social.

Nuestra comunidad visualiza una gobernanza enfocada en la innovación y la gestión integral del cambio, a través de un modelo de inteligente, incluyente y resiliente que contribuya eficientemente a la transparencia y a la rendición de cuentas, en el entendido de que estos elementos son esenciales en la consolidación de espacios para el bienestar.

Al ser una universidad pública se concibe un modelo que permita la optimización de los recursos disponibles para el cumplimiento y desarrollo de las funciones sustantivas del centro, integrando a su vez mecanismos de participación en cada uno de los procesos administrativos de gestión interna y externa, así como en la toma de decisiones.

Asimismo, se ha pensado a la gobernanza como una dinámica perfectible a la cual pueden aportar elementos para mejorar los procesos institucionales. Para ello, es indispensable consolidarla como un proceso donde la horizontalidad en la toma de decisiones es posible, articulando las labores sustantivas y adjetivas de las tres divisiones y los veinticuatro departamentos del Centro Universitario, en torno a gestiones y decisiones colegiadas.

En voz de las comunidades, también se debe promover un modelo de gobernanza digital universitaria sustentada en una cultura de paz con valores de apertura, a través de una administración que promueva la inteligencia colectiva y la interacción entre la comunidad universitaria. Se trata, por supuesto, de un rediseño organizacional integral que aproveche las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC), propicie una simplificación de trámites, propenda una mejora regulatoria y promueva una cultura laboral con un ambiente de trabajo óptimo.

Esta visión busca orientarse a consolidar los flujos de comunicación e información interdepartamental, dejando de lado la disociación entre la estructura académica y los procesos administrativos, enfocándonos en una gestión administrativa para los usuarios mediante el desarrollo de bases de datos homogéneas y compatibles, y mecanismos estandarizados que faciliten la interacción con los sectores.

En la gobernanza que visualiza nuestra comunidad se impulsa la adopción de decisiones inclusivas, participativas y representativas basadas en evidencia científica, con la aplicación de los principios de gobierno digital y abierto; se modernizan la gestión y la administración; y se promueven las políticas no discriminatorias en favor del desarrollo y formación de la comunidad universitaria.

La gestión institucional universitaria es para la comunidad un proceso inacabado que se ha de complementar con (1) una reingeniería acorde a la era digital; (2) el incremento de la infraestructura y mejora de la conectividad en el Centro Universitario; (3) el diseño e implementación de nuevos incentivos que estimulen las prácticas institucionales a nivel administrativo, académico y estudiantil; y (4) el planteamiento de políticas institucionales de inclusión y perspectiva de género, así como sobre sostenibilidad ambiental y responsabilidad social.

En cuanto a los instrumentos de planificación del CUCEA, se da cuenta de cómo las organizaciones deben innovar, adaptarse y estar preparadas para gestionar sus fines en un mundo marcado por riesgos que se interconectan, desafiando las formas tradicionales de funcionamiento. Resulta necesario que las instituciones de educación superior públicas adopten modelos de gestión institucional que les permitan identificar riesgos y anticiparse a su atención, especialmente en situaciones como el cambio climático, la pandemia, el déficit de recursos, etc., que nos obligan al diseño de políticas que permitan seguir cumpliendo con nuestra misión.

Dentro de la Agenda Estratégica Participativa del CUCEA las premisas son interdependientes, por lo que se requiere de un modelo de gobernanza integrador que dé continuidad a la gestión de la educación superior con procesos de gestión articulados, los cuales permitan contar con indicadores para medir la consecución de objetivos y metas, a fin de potenciar el trabajo y resultado de las áreas sustantivas de nuestro centro.

Llama la atención que en voz de las comunidades consultadas la innovación educativa (47.3%) es un elemento que define al Centro Universitario seguido de la inclusión y la equidad (29.3%) y del desarrollo humano (9.7%)a| lo que evidencia la orientación humanista del CUCEA y la visión de gestión y gobernanza disruptiva, elementos que se han incentivado desde la administración central del campus y que nos motivan a continuar por esta ruta, atendiendo a las voces que se manifestaron por la Universidad.

Es posible también advertir que los grupos consultados coinciden en la necesidad de implementar un modelo de gobernanza institucional enfocada en las necesidades de un modelo académico multimodal, flexible, incluyente y participativo que promueva: la cultura de la paz y la democracia (44.7%), una gestión con enfoque al usuario (37.2%); así como políticas para el desarrollo económico, inclusivo, democrático y de una sociedad informada (23.2%).

principales hallazgos y resultados:
  1. Fomentar el desarrollo pleno de nuestros recursos humanos en un entorno laboral que estimule el trabajo y la creatividad.
  2. Promover una cultura organizacional con identidad universitaria y el desarrollo del talento humano.
  3. Contar con una comunicación eficaz y efectiva.
  4. Desarrollar una gestión digital que se fortalezca por medio de la interoperabilidad.
  5. Ajustar la estructura organizacional, normativa y trámites administrativos.
  6. Promover una gobernanza con inclusión y equidad, desde la perspectiva de género.
  7. Impulsar una mayor sustentabilidad financiera.
  8. Desarrollar de manera planificada la infraestructura y el equipamiento físico y virtual.
  9. Fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas.
  10. Crear entornos universitarios sostenibles en el aspecto económico, social y medioambiental (sistema de compras verdes, eficiencia energética y gestión integral del agua).
Drags en CUCEA

La educación superior es un derecho humano que debe ejercerse plenamente sin distinción de personas por sus características físicas, sociales, económicas o circunstancias personales. En el CUCEA estamos convencidos de que no deben existir barreras que generen condiciones de vulnerabilidad, de marginación o de discriminación: por ello, es necesario el fortalecimiento de acciones preventivas y de apoyo que reduzcan las brechas entre todos los integrantes de la comunidad universitaria, permitiéndonos escuchar, valorar y aprovechar las diferencias como grandes oportunidades para la generación de conocimiento y desarrollo en los procesos formativos de calidad.

La comunidad académica y de gestión del CUCEA tiene presente que para la formación exitosa de las alumnas y los alumnos es necesario entender a cada uno de nuestros estudiantes y sus particularidades, por lo que es imposible soslayar esas divergencias en una sola estrategia de formación; de ahí la importancia de desarrollar una plataforma de atención especializada que coadyuve en el diseño de una política institucional enfocada en su atención y que facilite la transición de hacia sociedades más incluyentes y tolerantes.

La comunidad del CUCEA coincide en que se debe considerar la habilitación o mejora de los servicios educativos; es decir, adecuar la práctica docente, la infraestructura, las tecnologías, los equipos y materiales (tangibles e intangibles), así como las dinámicas de enseñanza-aprendizaje que permitan el acceso universal, transversal y pertinente de todas y de todos.

Por ejemplo, se subraya la necesidad de capacitación del personal académico y de gestión en el lenguaje de señas, idioma extranjero o dialecto; generar audiolibros; software para la comunidad con discapacidad visual y auditiva; mobiliario adaptado; impresión braille; material tiflotecnológico e infraestructura física y virtual acorde con las necesidades educativas particulares de cada grupo que integra la comunidad escolar universitaria.

La comunidad que participó en los ejercicios para el desarrollo de la agenda participativa considera que los apoyos, incluidas las becas para estudiantes en circunstancias de vulnerabilidad, son efectivas (50.2%); sin embargo, el porcentaje que desconoce sobre los incentivos que ofrece el centro es alto, lo que nos insta a generar una difusión más amplia de los servicios que oferta el campus en esta materia a la par de enfocar esfuerzos y recursos para ayudar a las y los alumnos.

Tenemos estudiantes foráneos o miembros de familias no tradicionales que presentan problemas para acceder a servicios básicos como vivienda, comida, agua, luz e internet, problemáticas adyacentes que dificultan el desarrollo sus actividades académicas. De igual manera, las circunstancias que derivan en violencia no son ajenas a la realidad de muchas de nuestras y nuestros alumnos, por ello resulta importante enfocar esfuerzos para que conozcan los servicios que ofrece el centro en materia de prevención de las violencias; si bien nuestra casa de estudios y el Centro Universitario tiene programas para tal fin, la mayoría de la comunidad consultada los desconoce (80.3%).

Para la atención de grupos vulnerables, y en general de todos nuestros estudiantes, la comunidad del CUCEA, señala que es necesario fortalecer y mejorar la difusión de los servicios médicos (61.5%); servicios psicológicos (55%); el apoyo en las denuncias de acoso u hostigamiento (33.2%) y el fomento a la cultura de inclusión e igualdad (31%). En ese sentido, es importante gestionar servicios y apoyos académicos integrales como el programa de Tutorías, Formación Integral, Plataforma de Inclusión, Banca de Talentos y Becas, entre otras acciones institucionales que promuevan la permanencia y éxito de los estudiantes.

El análisis y seguimientos de trayectorias escolares se refuerza, además, con la intervención del espacio científico e investigadores, y con estudios de las causas del abandono, deserción o bajo rendimiento, pero también del éxito en la trayectoria escolar.

Se considera fundamental promover una cultura de respeto ― con más ejemplos prácticos de manera integral, interdisciplinaria― sin distinción de condiciones o preferencias; sancionar el acoso, el hostigamiento, y a quien no respete a los demás; mayor difusión y oferta de talleres, materias, conversatorios o eventos relacionados con Lengua de Señas Mexicana, braille, inclusión y equidad con especialistas en los temas. Además, se requiere que haya igualdad en la agenda y oportunidades de los alumnos; que se respeten los tiempos y formas para todos con igualdad en funciones y salarios de todos los trabajadores y accesibilidad a todos los espacios, por ejemplo, con rampas de ingreso a los edificios.

Principales hallazgos y resultados:
  1. Implementar un modelo educativo/académico/pedagógico que promueva el aprendizaje adaptativo a partir de los perfiles individuales de las y los estudiantes.
  2. Fortalecer y diversificar los servicios académicos de apoyo a la acción tutorial como los psicológicos, pedagógicos, psicopedagógicos y becas.
  3. Implementar el banco y banca de talentos y fortalecer el programa de bolsa de trabajo.
  4. Formación y capacitación del personal académico y administrativo para identificar, intervenir y en su caso canalizar a los estudiantes para su inclusión.
  5. Espacios físicos y virtuales que permitan la inclusión con acceso universal.
  6. Armonización de la normatividad (institucional, local nacional e internacional) en el tema de género y para prevenir y erradicar conductas violentas.
  7. Promover en todos los programas educativos y actividades de gestión la perspectiva de género como un eje transversal de la formación universitaria de nuestros estudiantes.
  8. Consolidar acciones que aseguren la seguridad preventiva integral de la comunidad.
  9. Flexibilización académica-administrativas para alumnas y alumnos con parejas en etapas de embarazo, parto, lactancia y cuidados. Incluye los servicios de estancias infantiles en sus horarios de estudio o de la instalación de lactarios.
  10. Promover la paridad de género en puestos directivos, administrativos, representaciones gremiales, estudiantiles, deportivas, artísticas, académicas, etc.
Alumnos de CUCEA
Pláticas en CUCEA

Una política de innovación como la que se ha planteado nuestro Centro Universitario requiere de una visión que trascienda los enfoques de la capacitación y profesionalización del trabajo, y que establezca el rumbo de la educación para el futuro que aún no hemos fijado. Demanda también de una conceptualización heterogénea entre el aprendizaje y la creación de sociedades capaces de satisfacer las necesidades de todos sus integrantes; la transformación de las universidades en espacios para la práctica vivencial, en donde los estudiantes puedan desarrollar y aplicar sus talentos y habilidades; así como un entorno donde el equilibrio entre el progreso económico y la solución de problemas sociales sea posible.

La universidad pública se encuentra ante la ineludible responsabilidad de incrementar la especialización e innovar en el desarrollo de estos nuevos modelos desde una visión que incorpore el concepto de construcción de la ciudadanía social, a partir de una educación con enfoque de derechos tendiente a erradicar las desigualdades regionales, de género y entre grupos sociales. Así, la Universidad de Guadalajara muestra la decisión de transitar del modelo tradicional hacia uno que responda a los desafíos de un mundo en constante evolución, incorporando a su estructura transversal la innovación, la transferencia del conocimiento y el emprendimiento como parte de una nueva cultura universitaria.

Del mismo modo el CUCEA ha incorporado estos elementos al Plan de Desarrollo del Centro entendiendo que la educación del futuro —además de responder a las necesidades de un mundo laboral cambiante—, debe enfocarse al desarrollo de habilidades desde una perspectiva interpersonal y multifactorial, con tendencia al ecosistema social. Por ello se planteó el Programa Institucional Ecosistema CUCEA Smart Campus.”.

Sobre esta plataforma soportamos estratégica y transversalmente el modelo de educación superior impulsado desde 2019, mismo que surgió con el objetivo de conjuntar, articular, fortalecer y consolidar las funciones de docencia, investigación y transferencia de tecnología y conocimiento, así como la extensión y difusión cultural, el desarrollo social sostenible, la gobernanza, la formación de una cultura de paz y de ciudadanía global. El CUCEA Smart Campus contempla además espacios de reflexión y diálogo, ofreciendo nuevas alternativas a los estudiantes para la interacción con su entorno y su comunidad, desde un ambiente universitario incluyente, sostenible y sin fronteras.

Si bien se concibe a esta transversalidad como un habilitador para el desarrollo de incentivos del trabajo inter, multi y transdisciplinario, en agendas definidas para el desarrollo complementario con otros centros de la Red Universitaria y con los diversos sectores de la sociedad, debe convertirse en una herramienta para la integración de una dinámica centrada en una gestión administrativa eficiente y homogénea, en el entendido de que estos elementos convergen con la sociedad, ―inspirando y desarrollando una inteligencia colectiva en torno al ecosistema social― de tal manera que la universidad se convierta en un espacio donde el aprendizaje suceda dentro y fuera del campus.

La conceptualización del ecosistema es conocida intrínsecamente por los programas y acciones que devienen de él, por lo que, si bien la comunidad tiene conocimiento sobre esta transversalidad, nos muestra que es necesario enfocarnos en mejorar aspectos como la difusión específica y esquematizada de las dimensiones del ecosistema, y las diversas formas en que pueden involucrarse en ella académicos, investigadores, estudiantes y los sectores de la sociedad.

Es destacable señalar que las y los universitarios identifican elementos cualitativos y de valor que deben de contemplarse en el ideario de nuestra plataforma, tales como la educación ambiental, la cultura del ahorro y cuidado del agua y la inclusión como política aplicada en cada una de sus variantes, a fin contribuir a reducir las brechas económicas, brechas sociales y por sexo.

Para la comunidad, el CUCEA Smart Campus puede ser identificado como un modelo que impulsa un ecosistema de educación superior que emplea intensivamente las tecnologías de vanguardia, que interactúa con su entorno e inspira al talento joven (42%). Las iniciativas más conocidas de este ecosistema son la Torre CUCEA Smart (20.4%), CUCEA Sustentable (17.8%) y la Plataforma de Inclusión y equidad (16.9%). Es posible que con una difusión más amplia podamos hacer llegar los servicios que esta transversalidad posee a más alumnas, alumnos y a la comunidad que todos los días converge en torno a nuestro Centro Universitario.

La perspectiva de la educación para el futuro que tiene nuestra comunidad invita a trabajar en conjunto respecto a nuevos acuerdos sociales que transformen el rol de la universidad y la forma en que se concibe el aprendizaje, aprovechando los avances de la ciencia, la tecnología y la innovación, proyectándolo como una parte integral de la sociedad ante las nuevas realidades en donde las acciones de todos están correlacionadas y donde una ciudadanía global es posible.

Para las y los universitarios es prioritario avanzar en la construcción de una sociedad más resiliente e incluyente; en ese sentido, debemos enfocarnos en la consolidación del modelo multitemático, sustentable, innovador, en donde el pensamiento crítico fortalezca a la educación desde una perspectiva analítica y profunda, tal que logremos transformar nuestro entorno en uno con mejores oportunidades para todas y todos.

En cuanto a las estrategias para la consolidación del Ecosistema CUCEA Smart Campus tenemos a una comunidad crítica que considera que los procesos administrativos y académicos deben ser socializados para su debida implementación, incluido el ecosistema; asimismo, señala la necesidad de descentralizar funciones y la generación de indicadores y reportes de medición para la toma de decisiones; es decir, se debe contar con un plan de acción claro con indicadores viables. Se debe de apostar por una inteligencia colectiva y generar una vinculación efectiva con la sociedad y con expertos de diversas áreas que nos permita implementar indicadores para medir el impacto real de la iniciativa.

Esta plataforma para la innovación educativa puede ser una oportunidad para mejorar de manera definitiva la infraestructura tecnológica que se tiene actualmente en el Centro Universitario, siendo la conectividad uno de los avances tecnológicos que mayor importancia tiene para nuestra comunidad (67.7%), además del análisis de datos (40.6%) y del almacenamiento en la nube (38.5%), convirtiéndose en elementos recurrentes sobre los que debería enfocarse el desarrollo de nuevas propuestas, dada su pertinencia.

Así, se busca coadyuvar en el diseño de la educación superior para el futuro que incluya una formación para la vida acorde con los desafíos del entorno económico, social y las nuevas exigencias de la sociedad del conocimiento; promoviendo el pensamiento crítico y la innovación a la par del desarrollo de habilidades, actitudes, conocimientos y competencias socioemocionales, para asegurar la formación integral de las y los futuros profesionistas que incidirán en el contexto local, nacional e internacional.

Teniendo en cuenta este ecosistema de innovación educativa de impacto social y de visión de futuro, la comunidad considera que deben incorporarse de manera prioritaria elementos como capacidades científicas y tecnológicas (54.9%); la inclusión y reducción de brechas de desigualdad en la universidad (54.2%); la sustentabilidad y responsabilidad social (52.4%); y la infraestructura educativa de vanguardia (47.4%).

En ese sentido, sabemos que la educación superior debe responder a las necesidades del mercado laboral del futuro y, a partir de los expresado por nuestra comunidad, existen elementos que deben de tomarse en cuenta para incorporar a los estudiantes en nuevas competencias que faciliten su incorporación al empleo como una mayor vinculación entre la academia, la industria y el gobierno (72.4%); una oferta académica que responda a los retos de la economía global y local (67.1%); una formación del talento y transferencia de conocimiento útil para la sociedad (55.3%); y el impulso al emprendimiento con responsabilidad social (47.9%).

Principales hallazgos y resultados:
  1. Contar con un modelo educativo/académico/pedagógico innovador de educación híbrida, multimodal, flexible e incluyente centrado en el estudiante.
  2. El Smart Campus debe contribuir a la innovación, a la calidad educativa y a la formación para el emprendimiento.
  3. La incorporación de la perspectiva ecológica en el currículo y la gestión universitaria, fomentando una cultura de protección al medio ambiente y el desarrollo sustentable.
  4. Se debe poner especial énfasis en la renovación tecnológica del campus.
  5. La capacitación docente en nuevas tecnologías y tecnologías emergentes es prioritaria para el buen funcionamiento del Smart Campus.
  6. La inclusión universal debe de ser una realidad en el campus, ya que una nueva visión de educación debe contemplar las distintas capacidades de sus integrantes, a fin de disminuir las brechas económicas, brechas sociales y por género.
  7. Promover una gobernanza universitaria abierta y digital que contribuya a la eficacia, transparencia y rendición de cuentas.
  8. Definir metas, indicadores y estrategias claras para el Smart Campus acordes al Plan de Desarrollo del CUCEA, además de alinearse a los objetivos y propósitos sustantivos de nuestra casa de estudios.
  9. Incursionar en nuevas tecnologías aplicadas a la educación como el blockchain, la realidad aumentada y el metaverso.