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Bases para la construcción
de la agenda estratégica


"Conocer a detalle nuestra realidad universitaria, así como lo que acontece y demanda la sociedad en que vivimos, posibilita el diseño de acciones precisas para transformarnos y desarrollar , como consecuencia, talento pertinente".

Bases para la construcción de la agenda estratégica

El diseño de la Agenda Estratégica Participativa 2022-2025 nos permitió hacer acopio de información relevante, sistematizarla y asociar datos de distinta naturaleza para delimitar, priorizar, identificar y establecer la relevancia de temáticas que permitirán optimizar la capacidad de gestión universitaria del CUCEA. Además, nos permitió establecer una línea basal para definir la visión de futuro a la que, como comunidad universitaria, queremos llegar.

Como parte esencial de los ejercidos realizados con las diversas comunidades que integran nuestra sociedad logramos establecer una suerte de contexto situacional en el que se identifican las fortalezas de cada una de las áreas en las que colocamos énfasis, así como aquellas en las cuales deberemos de enfocarnos prioritariamente.

A continuación, se presentan los principales resultados que derivan de contrastar las visiones plasmadas en los diagnósticos situacionales iniciales, en la Encuesta, en las mesas de reflexión y en el trabajo documental que se llevó a cabo a lo largo de este periodo.

Conocer en dónde nos encontramos y cuáles son nuestras fortalezas y áreas de oportunidad nos permite tomar decisiones basadas en evidencia. De la revisión y análisis de los últimos estudios nacionales e internacionales respecto al futuro de las universidades, identificamos las siguientes tendencias para la educación superior

1. El mundo está en evolución, la educación debe evolucionar. Los modelos educativos tradicionales cumplieron con el propósito inicial para el que fueron creados y hoy en día se cuestiona si las universidades creadas en el pasado son las adecuadas para dar respuesta al futuro2 . La incertidumbre, la presencia de riesgos de diversa índole y el vertiginoso ritmo con el que se transforma la sociedad requieren nuevas formas de enseñar y de aprender que sean flexibles, dinámicas y adaptables a los cambios, para dar respuesta a las necesidades, presentes y futuras de las y los jóvenes.

En el cuadro 1 se presentan, a manera de ejemplo, los polos de cambio de un esquema tradicional de educación hacia uno disruptivo. Es importante señalar que las características enunciadas no son excluyentes ni implican una relación uno a uno, sino que pueden articularse y combinarse de tal suerte que podría implementarse alguna combinación entre las características de ambos polos.

2. No solo se forma a las y a los estudiantes para una profesión, se les prepara para una vida plena. El propósito de la educación no es solamente dominar el contenido curricular de las asignaturas, sino que las y los jóvenes lleguen a desarrollarse como adultos competentes y flexibles que potencien, con creatividad e innovación, sus habilidades para alcanzar las metas que como seres humanos se fijen.

Los desafíos globales, profundizados por la pandemia, demandan nuevas formas de enseñar, de aprender y de desarrollar habilidades para la vida. La literatura especializada, sobre el tema, es amplia y basta. De su revisión y análisis se identifica que no hay un consenso sobre cómo denominar a ese conjunto de atributos personales, profesionales y prácticos que podemos concebir como “habilidades para la vida”, “habilidades blandas”, “habilidades transversales”, “habilidades críticas” o “habilidades del siglo XXI”, entre otras

No hay, tampoco, un enfoque único ni evidencia sustancial sobre las herramientas más efectivas para adquirir y desarrollar dichas habilidades (Care, 2016), pues son distintas las que se requieren en lugares que se encuentran bajo contextos emergentes y las que se demandan en aquellos sitios que están en una economía basada en el conocimiento conectada y globalmente diversa.

Por tanto, más allá del aprendizaje de los contenidos curriculares, es necesario que durante el trayecto educativo por el CUCEA se coloque el foco en que las y los jóvenes se apropien de ese conjunto de habilidades que todo ser humano debe de desarrollar de manera progresiva, no solo para graduarse de una carrera universitaria sino para transitar a lo largo de la vida en un mundo que cambia constantemente.

3. Debemos reconocer que, como seres humanos, aprendemos de distintas maneras. En el CUCEA se debe impulsar un estilo de aprendizaje combinado apoyado por la tecnología, centrado en las interacciones educativas significativas y con nuevas formas de propiciar y evaluar los procesos cognitivos y el conocimiento adquirido.

Las interacciones educativas significativas tienen, principalmente, la intencionalidad de promover altos niveles de confianza en la relación docente-alumno, en la de alumno-alumno; en generar mayor aprovechamiento y mayor interés de aprendizaje creando un ambiente de aprendizaje libre de estrés que facilite un mayor desenvolvimiento social, la construcción del conocimiento colectivo, adquirir y desarrollar habilidades y provocar sentimientos de valor, disfrute y sentido del aprendizaje (Tishman, Perkins y Jay 1994).

4. El aula física se reorganiza. El uso de la tecnología se considera como un medio, y no como el fin, que potencializa el aprendizaje. Las aulas físicas se transforman para generar ambientes de aprendizaje, estrategias e incorporar elementos digitales que fomenten el aprendizaje activo e híbrido en cualquier momento y lugar. La distribución del conocimiento es horizontal y en red. Hay apertura de recursos educativos que permite crear nodos estratégicos de conocimiento para el emprendimiento, para la experimentación, para el descubrimiento y para la innovación.

5. Se impulsan enfoques multidisciplinarios. Las vías de educación a través de experiencias interdisciplinarias y la consecución de credenciales alternativas o insignias digitales (badges) se potencian y forman parte de la educación formal. Se generan procesos de enseñanza-aprendizaje con elementos didácticos multi, inter y transdisciplinarios adaptables ante cualquier circunstancia; las universidades propenden a que docentes y alumnos accedan a una gama amplia de materiales, datos, tecnologías y formación a distancia en Instituciones de Educación Superior (IES) de prestigio global.

6. Los empleos del futuro requieren de personas cuyas habilidades no se enseñan ni se adquieren en las IES tradicionalmente, pues demandan una sólida formación cognitiva, flexibilidad y gran capacidad de adaptabilidad a cambios veloces. Las empresas globales que son parte de nuestra cotidianeidad, por ejemplo, ya no solicitan credenciales sobre la formación rígida que adquirió el candidato al empleo. Richard Gerver (2013), señala al respecto que los “... líderes del mundo empresarial piden a gritos que la gente joven desarrolle destrezas no contempladas por el actual sistema de enseñanza; las comunidades se desesperan ante la actitud desconectada y ausente de los jóvenes y, en general, parece haber una gran confusión sobre lo que puede hacerse”.

Tabla contenidos
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La pandemia provocada por el virus del SARS-CoV-2 profundizó las diferencias sociales existentes y exacerbó las brechas para el desarrollo global equitativo. Los retos son evidentes. Las grandes transformaciones siguen ocurriendo, orillándonos a construir nuevas realidades y a asegurar que la gestión del cambio, especialmente en la educación superior, responda a las necesidades de la sociedad. Por ello consideramos prioritario el realizar este ejercicio con la comunidad universitaria, la sociedad y los sectores productivos de nuestro estado.

Cuando la Rectoría del CUCEA convocó a la construcción de la Agenda Estratégica lo hizo pensando en definir la ruta para orientar nuestras capacidades, esfuerzos y recursos en los siguientes años, a partir de acuerdos de colaboración solidaria que nos permitiesen materializar los propósitos sustantivos de nuestra casa de estudios y el rumbo que nos trazamos en el Plan de Desarrollo de nuestro Centro Universitario, a fin de lograr el desarrollo armónico de nuestras acciones.

El trayecto nos llevó a identificar una serie de complejidades que influyen de manera directa en la vida universitaria, lo que nos hizo incluir diversos elementos que, de haber dejado fuera, la visión que nos propusimos de incidir de manera directa en la sociedad a la que servimos hubiera quedado corta.

En ese sentido nuestra agenda es, también, un instrumento de coadyuvancia para, a través de la generación de conocimiento y de la participación de los diversos sectores, aportar en la generación de alternativas de solución para las diversas problemáticas educativas y regionales que ya existían en nuestro estado, pero que se evidenciaron y acrecentaron a partir de la pandemia y de las consecuentes transformaciones sociales, políticas y económicas.

De esta manera, en alineación con la visión estatal y nacional de desarrollo, con la agenda 2030 para el desarrollo sostenible, y en el marco de la responsabilidad social, los objetivos y sus respectivas estrategias pueden aportar en materia de:

Desarrollo económico sostenible. Jalisco es una entidad comprometida con la ampliación permanente de oportunidades y es reconocida a nivel nacional por su carácter emprendedor y competitivo. Sin embargo, aún existen asimetrías territoriales cuyas brechas impiden el desarrollo y el crecimiento económico de manera sostenida,sustentable y regional en el estado. El CUCEA, a través de los objetivos y estrategias de esta agenda y en cuádruple hélice, puede aportar valor y conocimiento para generar las condiciones que permitan mejorar la calidad de vida y cerrar las brechas de desarrollo económico.

Desarrollo social. En nuestro estado aún hay una realidad con alta segmentación asociada, generalmente, a la desigualdad social y económica que sigue siendo parte de los desafíos estructurales que enfrenta el país. No dejar a ningún joven jalisciense atrás requiere redoblar esfuerzos para ofrecer oportunidades a todas y a todos.

Como CUCEA tenemos que aportar con inteligencia y rapidez para superar las distintas brechas sociales, incluida la educativa, generando propuestas de solución a las necesidades para transformar la realidad social, para promover mejores condiciones de bienestar y para elevar la calidad de vida en igualdad de oportunidades. Hacerlo de este modo sienta las bases para el desarrollo de las familias y, en consecuencia, de la entidad.

Cultura de la paz. En Jalisco, en los últimos meses, se ha extendido una situación socialmente indeseable en materia de seguridad que requiere de la intervención inmediata de los tomadores de decisiones para mitigar el efecto negativo que tiene en la definición de las trayectorias de vida de las personas, desviándola y en ocasiones truncándola.

El CUCEA ha tomado la decisión de enfrentarlas y de coadyuvar en la búsqueda de alternativas de solución porque, además de obstaculizar el desarrollo educativo, ofenden, maltratan y degradan a nuestra sociedad. El contenido de la Agenda Estratégica nos permitirá realizar aportaciones para el diseño de políticas públicas integrales para la prevención y el combate a los delitos, la protección de la integridad y la impartición de justicia pronta y expedita.

Transparencia y rendición de cuentas. La sociedad asume un papel cada vez más activo en cuanto a vigilar y evaluar los avances que las autoridades gubernamentales reportan en los distintos sectores. Existe un pronunciamiento generalizado porque el Gobierno demuestre efectividad e impactos que se traduzcan en mejores resultados y que signifiquen un cambio, para bien, en la vida de las personas que se encuentran bajo una situación socialmente indeseable. Con nuestra agenda, aportamos a generar instrumentos que permitan la obtención y evaluación de resultados de la administración pública, transparentar su actuar y la rendición de cuentas como parte de su práctica habitual.

Sustentabilidad. El CUCEA es un ejemplo de buenas prácticas y tiene mucho que aportar en este campo para el desarrollo de una política de sustentabilidad efectiva. El conocimiento con el que cuenta puede utilizarse para articular estrategias integrales que protejan lo más valioso que tenemos: nuestro entorno natural, nuestro valor cultural e histórico. Necesitamos proteger los ecosistemas a través de actitudes y comportamientos que contribuyan a establecer una relación de sostenibilidad con el medio ambiente.

El ejercicio realizado nos permitió conocer las principales problemáticas vislumbradas por la comunidad universitaria y los sectores sociales que participaron, así como diseñar una serie de objetivos y estrategias con las cuales podemos ayudar a disminuir los estragos que nos dejó la crisis sanitaria, social, económica y educativa por la que pasamos; hacer un recuento de los problemas encontrados y de las posibles soluciones, mismas que pueden verse potenciadas en su desarrollo con el trabajo colegiado de todas y todos los que participaron en su integración.

Esta Agenda es muestra del trabajo colegiado, cumple con la misión social de nuestra casa de estudios y nos coloca frente a una ventana de oportunidad para impulsar un cambio real de paradigma que nos permita responder al contexto y a una educación superior en donde los aprendizajes suceden dentro y fuera del aula, donde las disciplinas se alejan de una sola vertiente para converger en la multidisciplinariedad, lo que permite identificar soluciones para las interrogantes de un mundo cambiante y global.

Las respuestas se alejan, también, de la heterogeneidad y buscan la inclusión de aspectos humanos tendientes a una correlación entre los individuos; urgen en la necesidad de establecer un nuevo rol en donde las políticas universitarias trascienden el desarrollo y aprovechamiento académico de los estudiantes y establezcan una mirada enfocada en el conjunto de condiciones económicas, socioculturales e interpersonales que confluyen en la vida de las y los jóvenes de nuestro estado, y que inciden desigualmente en cada uno de ellos

A partir de este cambio de perspectiva podremos comprender mejor cómo determinadas experiencias, circunstancias, acceso y ejercicio de derechos repercuten en cada uno de los integrantes de nuestra comunidad, lo que nos permitirá establecer una política universitaria flexible, adecuada, personalizada para cada una y uno de ellos.

Estudiantes de CUCEA
Estudiantes de CUCEA

La Agenda Estratégica Participativa CUCEA 2022-2025 será gestionada tomando en consideración el Código de Ética de la Universidad de Guadalajara, el cual establece los valores que rigen a la institución y que toda persona integrante de su comunidad universitaria está obligada a cumplir para su mejor convivencia:

Democracia. Escucha y participa a través del diálogo, desde la libertad e igualdad en la toma de decisiones, para el desarrollo y bienestar de la comunidad, y respeta la diversidad de opinión y la crítica para la construcción de consensos.

Desarrollo sustentable. Promueve la protección y conservación del medio ambiente, así como el uso eficiente de los recursos, a fin de que la satisfacción de las necesidades actuales no comprometa la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras.

Diversidad. Representa la creencia de que todos los seres humanos compartimos los mismos derechos para tener acceso a elementos como educación, salud, bienestar y trabajo.

Educación para la paz. Promueve las relaciones interpersonales armónicas, pacíficas e inclusivas basadas en el respeto.

Equidad. Trabaja en el cierre de brechas y rezagos. Atiende las necesidades específicas de cada persona y busca equilibrar razonablemente las desventajas que aquejan a grupos vulnerables o desfavorecidos.

Honestidad. Se conduce con rectitud, congruencia e integridad. En sus ideas y conductas, es coherente y se compromete con la verdad, la transparencia y la honradez.

Igualdad. Evita en todo momento hacer distinción, exclusión o restricción basada en el origen étnico o nacional, edad, discapacidad, condición social, económica o cultural, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión o moral, ideología u opinión, sexo,identidad de género, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana e impida o anule el reconocimiento y ejercicio pleno de los derechos de cualquier persona.

Justicia. Respeta los derechos humanos y da a cada quien lo que por derecho le corresponde.

Legalidad. Respeta el orden jurídico, y sujeta sus actos a las leyes y al derecho.

Libertad. Piensa y se conduce de manera autónoma por convicción y responsablemente para el bienestar de la comunidad.

Respeto. Trata digna y cordialmente a todas las personas. Acepta y entiende las diferentes formas de pensamiento y de actuación, aunque no coincidan con las propias.

Responsabilidad. Actúa con esmero, oportunidad, calidad, pertinencia, exhaustividad y profesionalismo, y cumple los deberes que le corresponden, y asume las consecuencias de sus actos u omisiones.

Solidaridad. Promueve la cooperación a favor de los otros y de las causas comunes. Aunados a los valores del Código de Ética, y como parte del proceso de elaboración de la Agenda Estratégica se han identificado una serie de condiciones, cualidades y virtudes que es deseable mantener e incorporar en el desempeño cotidiano de la institución, y que representan la evolución natural de conjuntos específicos de creencias y patrones de conducta:

Autonomía. Condición jurídica que el Estado otorga a través del Poder Legislativo a instituciones educativas públicas para que éstas elijan sus autoridades, administren su patrimonio, establezcan planes y programas de estudio, expidan títulos y grados, determinen sus propios ordenamientos y fijen los términos del ingreso, la promoción y la permanencia de su personal académico.

Calidad. Esta se traduce en servicios eficaces, oportunos y transparentes que buscan siempre la innovación y la mejora continua que satisfagan las necesidades y expectativas de los usuarios, con estricto apego a un marco normativo.

Creatividad. Representa la capacidad de trascender lo inmediato, lo usual, lo común, las reglas y patrones establecidos, así como las formas tradicionales de trabajar, para dar lugar a nuevos esquemas, relaciones, métodos, reglas o patrones de conducta que representan un paso delante de lo ya establecido.

Concertación. Es una estrategia central que permite garantizar la gobernabilidad democrática de los sistemas educativos. Implica concebir que los cambios institucionales exigen un proceso de construcción compartida que requiere la participación y el compromiso del conjunto de los actores de la comunidad universitaria en el desarrollo de políticas, objetivos y acciones orientados a la mejora de la calidad educativa.

Excelencia. Es el resultado de ejecutar cada una de nuestras acciones de manera óptima. La búsqueda de la excelencia, al interior de una institución, implica que todos sus miembros están comprometidos a ejecutar sus funciones y realizar sus actividades bajo los más estrictos criterios de calidad. La excelencia no es un estado que se alcanza de una vez por todas, sino una búsqueda constante para trascender lo ordinario.

Pertinencia. Correspondencia entre la filosofía institucional, los requerimientos de la sociedad y el entorno cambiante de la educación superior, académica o interna. Representa, además, la congruencia entre el proyecto universitario y los recursos y estrategias que se definan para su consecución.

La comunidad universitaria que participó en el ejercicio de planeación también ratificó la pertinencia de la política de transformación gradual del CUCEA en un Smart Campus, que corresponde al modelo de las Smart Cities (ciudades inteligentes), con el objetivo de crear una plataforma transversal del Centro Universitario que impulse la formación de talento y la transferencia de conocimiento útil para responder a los retos contemporáneos de nuestra sociedad desde una perspectiva global y sustentable.

Asimismo, se trata de llevar a la práctica un modelo educativo/ académico/pedagógico que facilite la innovación, la creatividad y el pensamiento crítico, que estimule el uso intensivo de las tecnologías y propicie, al mismo tiempo, mejores condiciones de inclusión y equidad. La integración de la dimensión socioeconómica al diseño, desarrollo y aplicación de nuevas tecnologías y de la investigación puede ayudar a solventar problemas de carácter social.

Además, la Agenda Estratégica Participativa CUCEA 2022-2025 reconoce la importancia de poner atención al Objetivo 4 de los ODS que se refiere a la educación e indica que mejorar la calidad de la educación es una prioridad. Las necesidades presentes y futuras de los jóvenes, los adultos y los empleadores deben estar en el centro del diseño de la educación y la capacitación; adaptar los programas a las necesidades y a los contextos específicos; y abordar con mayor eficacia las brechas en las habilidades fundamentales de los jóvenes y adultos, así como de los docentes, los investigadores, los padres, madres y tutores de los alumnos, y el personal administrativo.

La visión de la universidad que nos hemos planteado trasciende el aula; impulsa la integración de la oferta académica con el medio que nos rodea, las relaciones colaborativas, y nos llama a actuar en torno a sociedades del conocimiento en donde la educación trasciende el umbral universitario y se convierte en articuladora en la generación de bienestar social.

En consecuencia, se espera que el rol de la educación responda a los cambios de una sociedad globalizada que, reorientando los modelos académicos, conjunten de manera armónica a la sustentabilidad, la internacionalización, la investigación y las tecnologías emergentes, en instituciones transparentes y capaces de responder los desafíos de una sociedad involucrada en la rendición de cuentas, donde estudiantes y docentes permanezcan inmersos en nuevas habilidades, a través de una educación para la vida.

De los resultados obtenidos a partir de los ejercicios con las comunidades, se identificaron seis temáticas, según su naturaleza y características, que integralmente, dan cuenta de la prospección que en conjunto tenemos para nuestro Centro Universitario (ver figura 2):

I. CUCEA sin barreras para generar y transmitir el conocimiento. Se refiere a que la multi, inter y transdisciplinariedad son nuevas formas de comprender, analizar, interpretar y proponer soluciones a problemas y fenómenos sociales y naturales de alcance nacional, regional y global, por lo que es necesario construir comunidades de aprendizaje abiertas en donde exista el principio de unidad del conocimiento más allá de las disciplinas.

II. CUCEA con un modelo educativo para la vida. Se reconoce que los modelos educativos, académicos y pedagógicos, así como los programas de estudio, están llamados a la formación de ciudadanas y ciudadanos responsables con su medio y con las necesidades del planeta. Por tanto, los procesos de enseñanza-aprendizaje, los planes y programas de estudio, los contenidos y la oferta se transformarán y diversificarán para responder a los nuevos paradigmas mundiales, para generar una mejor vinculación con el mundo laboral y para dotar de mayores oportunidades a nuestros estudiantes y a su comunidad.

III. CUCEA con investigación de impacto social. Asumimos el liderazgo del CUCEA para favorecer la producción científica al fortalecer los estudios de posgrado; incentivar la incursión pronta de jóvenes en la investigación; impulsar la labor que realizan las y los investigadores para que la generación y transferencia de conocimientos tenga impacto social y contribuya con soluciones a problemas en los ámbitos del desarrollo humano, económico, social y ambiental; así como la promoción del bienestar general de la población.

IV. CUCEA con una gobernanza universitaria para la innovación y la gestión integral del cambio. Reconocemos que un modelo de gobernanza universitaria inteligente, incluyente y resiliente contribuye a la eficacia, eficiencia y efectividad; a la transparencia, a la rendición de cuentas y austeridad; así como al uso de los recursos disponibles para cumplir con el desarrollo de las funciones sustantivas del Centro Universitario. Este modelo incorpora metodologías de servicios digitales, sistemas de información y tecnologías de vanguardia para la toma de decisiones basadas en evidencia. Se integrarán metodologías para incentivar la participación de la comunidad en la solución de los problemas; y se realiza un rediseño organizacional así como reingeniería, donde sea necesario, para mejorar los procesos administrativos, de gestión interna y externa, así como en la toma de decisiones.

V. CUCEA con una educación superior inclusiva y equitativa para el bienestar de toda la comunidad universitaria del CUCEA. Asumimos a la educación superior como un derecho humano que debe ejercerse plenamente, sin distinción por circunstancias físicas, sociales, económicas o personales. En el CUCEA buscamos derribar las barreras que generen condiciones de vulnerabilidad, de marginación o de discriminación, a través de acciones preventivas y de apoyo que reduzcan las brechas entre todos los integrantes y permitan escuchar, valorar y aprovechar las diferencias como grandes oportunidades.

VI. CUCEA inteligente e integrado plenamente con su comunidad. Refiere a que el CUCEA Smart Campus se convirtió en eje articulador en el que la docencia, la investigación y transferencia de conocimiento, la extensión y la vinculación convergieron con la sociedad, inspirando y desarrollando una inteligencia colectiva en torno a un gran ecosistema. Es el mejor momento de desplegar sus posibilidades y de vincularlo con mayor fuerza con su entorno, con otros centros universitarios y estructuras de la región.

La comunidad universitaria que participó en el ejercicio de planeación también destacó que en esta Agenda Estratégica las necesidades presentes y futuras de los jóvenes, los adultos y los empleadores deben estar en el centro del diseño de la educación y la capacitación; y adaptar los programas a las nece - sidades y a los contextos específicos; abordar con mayor eficacia las brechas en las habilidades fundamentales de los jóvenes y adultos, así como de los docentes, los investigadores, los padres, madres y tutores de los alumnos, y el personal administrativo.

Como puede observarse, la visión de la universidad que nos hemos planteado trasciende el aula e impulsa la integración de la oferta académica con el medio que nos rodea, las relaciones colaborativas y nos llama a actuar en torno a sociedades del conocimiento en donde la educación trasciende el umbral universitario y se convierta en articuladora en la generación de bienestar social.

En consecuencia, se espera que el rol de la educación responda a los cambios de una sociedad globalizada que, reorientando los modelos académicos, conjuntan de manera armónica a la sustentabilidad, la internacionalización, la investigación y a las tecnologías emergentes, en torno a instituciones transparentes y capaces de responder a los desafíos de una sociedad involucrada en la rendición de cuentas, donde estudiantes y docentes permanezcan inmersos en nuevas habilidades, a través de una educación para la vida.